Ya nada es igual de lo que era, ya no tenemos nuestros sueños al alcanza de la mano, ahora, cuando hacemos el tonto, ya no somos monos, ahora somos inútiles.
Ahora, ya no podemos poner una mala cara, y perdonarnos de la risa que nos entra, ahora, las peleas son muy largas, algunas incluso eternas.

Pero tal vez no todo es así, tal vez quedan unas pizcas de ilusión de esa que nos sobra cuando somo pequeños, tal vez, no nos importa lo que piensen cuando nos divertimos haciendo el tonto, y nos quedan ganas y tiempo para hacer esas tardes en la playa, en una plaza, en una calle, en una casa, en cualquier lugar.
Por que, lo queramos o no, siempre nos queda esa parte de ilusión, de alegría acumulada, de ganas de salir y pasarlo genial, y por supuesto de vivir cada instante como si fuera el último, de hacer como si nada, como si no hubiera mañana, y como si no hubiese existido el pasado, como si no hubiese consecuencias, y como si hicieras lo que hicieras, te lo vayas a pasar genial.
Así que, que tal si nos dejamos llevar?
No hay comentarios:
Publicar un comentario